París, la ciudad de las luces y el amor, es una joya de la arquitectura. Si estás por visitar la capital francesa y no quieres perderte ninguno de los monumentos más importantes, acompáñanos en este artículo para conocer todo sobre ellos.
Torre Eiffel
La Torre Eiffel es sin dudas el monumento más emblemático de París. Tiene una altura de 324 metros, fue construída en el siglo XIX y es sencillamente impresionante.
Si quieres subir a ella necesitarás un ticket, y puedes elegir entre entradas que le dan acceso al primer y segundo piso o a la cima e incluso decidir si quieres subir por las escaleras o en ascensor.
En la primera planta, a 57 metros de altura, los visitantes encontrarán un suelo de cristal y un interesante recorrido cultural sobre la historia de la torre. En la segunda planta, a 115 metros de altura, se encuentra el restaurante Jules Verne y en la cima de la Torre Eiffel el despacho de Gustave Eiffel y un bar de champán.
La entrada más cara cuesta 22 euros y el mejor momento para subir es sin dudas el atardecer. Podrás ver la puesta del sol sobre los edificios de la ciudad y disfrutar desde arriba el show de luces nocturnas de la torre.
Catedral de Notre-Dame
Esta catedral, construida entre los siglos XII y XIV, se alza sobre una isla en medio del Sena, la Île de la Cité, considerada la parte más antigua de París. Notre-Dame es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1991 y las dos torres de piedra que sobrevivieron al incendio de 2019 son imponentes.
Como la catedral de Notre-Dame corre peligro de derrumbarse, actualmente no puede visitarse por dentro. Sin embargo, merece la pena visitar la Île de la Cité.
Sacré-Coeur de Montmartre
La iglesia blanca, que se eleva en lo alto del distrito 18 en el barrio de los artistas, no sólo es un monumento hermoso sino que, desde arriba, se tiene una vista completa de París. La entrada a la Basílica del Sacré-Coeur es gratuita, así que no te pierdas visitarla.
Si tienes suerte, podrás disfrutar de música en directo u otras actuaciones de los artistas del lugar.
Louvre
El Museo del Louvre no puede faltar en ninguna lista de los monumentos más populares de París. Este importante museo de arte exhibe obras mundialmente famosas como la “Mona Lisa” de Leonardo da Vinci, la “Venus de Milo” o “La Libertad guía al pueblo”.
Este museo es el segundo más grande del mundo y se encuentra cerca de la Plaza de la Concordia y del Jardín de las Tullerías, antigua residencia de los reyes franceses.
Desde lejos se puede apreciar la pirámide de cristal que se ha convertido en uno de los puntos de referencia de la ciudad desde su inauguración en 1989.
Palacio de Versalles
Otro de los monumentos de París que no hay que perderse es el Palacio de Versalles, ubicado a sólo 20 km del centro de la ciudad.
Este palacio era originalmente un coto de caza para los reyes, pero fue reconstruido por el rey Luis XIII y, más tarde, por su hijo Luis XIV. Hasta el comienzo de la Revolución Francesa, Versalles fue la sede de los reyes. En la actualidad, el edificio funciona como museo y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Te recomendamos que dediques un día entero a visitar el Palacio de Versalles, ya que el complejo es muy grande. Además, el parque que rodea el palacio es uno de los más grandes de Europa.
Arco del Triunfo
Donde la avenida de los Campos Elíseos se encuentra con la plaza Charles de Gaulle, hay una rotonda de varios carriles en donde se emplaza el Arco del Triunfo.
A principios del siglo XIX Napoleón mandó a construir este monumento, como un reconocimiento a sí mismo y a sus victorias.
Puedes subir al mirador del Arco del Triunfo y obtener vistas hermosas de la ciudad, pero no olvides mirar la parte de abajo. Allí se hallan la Tumba del Soldado Desconocido y la Llama Eterna, monumentos de guerra que conmemoran a los caídos de la Primera Guerra Mundial.
Ópera Garnier
Inaugurado en 1875, este recinto musical ubicado en el IX distrito de París es una visita obligada.
La visita de la Opera de París cuesta tan solo 14 euros y te recomendamos disponer de un mínimo de una hora y media para recorrerla, e incluso contratar un guía puede ser una gran opción para conocer su historia, muy relacionada con Napoleón.
Museo de Orsay
Situado en el emplazamiento de una antigua estación de ferrocarril, El Museo de Orsay está situado a orillas del Sena, frente al Jardín de las Tullerías, donde también se encuentran el Museo del Louvre y el Museo de la Orangerie.
Este edificio funciona como museo 1986 y alberga obras de Paul Cézanne, Claude Monet y Vincent van Gogh, entre otros.
Moulin Rouge
Situado en pleno barrio de Montmartre se encuentra Moulin Rouge, construido a finales del siglo XIX como local de espectáculos. Si bien es impactante la estructura exterior, cada noche se pueden disfrutar de algunos espectáculos.
Hay más de 800 localidades en diferentes gradas a disposición de los visitantes. Si dispones de un presupuesto alto puedes disfrutar de una cena francesa seguida de un espectáculo en el Moulin Rouge.
Catacumbas París
Puede que París sea la ciudad del amor y el romanticismo para la mayoría de nosotros, pero ¿qué tal un poco de contraste?
Las Catacumbas de París son sin duda el más macabro de los monumentos de París porque allí, en la plaza Denfert-Rochereau, se descienden 130 escalones para llegar al lugar de descanso de unos seis millones de parisinos. No todas las catacumbas de París están abiertas al público y se desaconseja encarecidamente recorrer los laberintos subterráneos sin un guía.